Refugiados ambientales
Por: Sandra B.
Las personas que están obligadas a migrar o que llegan a ser evacuados de su región de origen por cambios rápidos que suceden en su hábitat local como sequías, desertificación, terremotos, tsunamis o porque el nivel del mar subió, es una cuestión por la que estos grupos tengan que hacer una migración forzosa, se les identifica como refugiados climáticos también conocidos como migrantes o refugiados ambientales.
¿Quiénes son los refugiados climáticos y por qué cada vez son más?
Se calcula que para el año 2050 serán 200 millones, las personas que podrían necesitar ayuda todos los años como consecuencia del cambio climático.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados la (ACNUR) compartió que 79.5 millones de personas viven forzosamente lejos de su hogar por guerras, violencia y graves violaciones de sus derechos fundamentales, lo que supone que el 1% de la población mundial es el número más alto jamás registrado.
Además de experimentar graves abusos contra los derechos humanos, las personas están en movimiento, debido a la pobreza extrema, al colapso de los medios de subsistencia tradicionales en un contexto de globalización y rápida urbanización, por efectos del cambio climático, los desastres naturales y la degradación ambiental.
La degradación ambiental o la crisis climática de la que estamos hablando se traduce en sequías, inundaciones, aumento de las temperaturas, fuertes vientos e incendios forestales, es decir que, un sinfín de catástrofes hacen que miles de personas tengan que dejar sus hogares y comenzar un viaje sin tener muy claro cuál será su destino. Por ejemplo, es probable que nos cueste situar el archipiélago de Kiribati en un mapa. Pues bien, en apenas unos años más adelante, será todavía más difícil ubicarlo en el mapa ya que desaparecerá bajo las aguas del océano Pacífico, debido a la subida del nivel del mar, provocada por el deshielo de los polos. El cambio climático, hará que los 105,000 habitantes de este pequeño estado de la Micronesia, pierdan su casa y tengan que desplazarse a zonas en tierra firme. Desafortunadamente, Kiribati no es el único ejemplo y es que según las Naciones Unidas, más de 26 millones de personas son desplazadas forzosamente de sus territorios debido a desastres naturales o fenómenos climatológicos extremos, lo que equivale a una persona desplazada por segundo. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que el calentamiento global podría empujar al exilio a 1.000 millones de personas en las próximas décadas.
La Organización Internacional para las Migraciones, clasifica a los refugiados climáticos en tres categorías:
· Inmigrantes por emergencia ambiental: aquellas personas que huyen de manera temporal o de forma definitiva, debido a un desastre ambiental o a eventos ambientales bruscos como terremotos, tsunamis o huracanes.
· Inmigrantes forzosos ambientales: aquellas personas que tienen que abandonar el lugar debido al deterioro de las condiciones ambientales, como la deforestación o el deterioro del litoral marino.
· Inmigrantes inducidos por el medio ambiente: personas que dejan sus hogares para evitar posibles problemas futuros de subsistencia, por ejemplo, aquellos amenazados por la desertificación.
Cuando se habla de migrantes climáticos, es frecuente asociarlos a países en vías de desarrollo, como por ejemplo las zonas costeras de Asia. Pero, este tipo de desplazamientos humanos empiezan a afectar a países más ricos como China e incluso Estados Unidos, como sucedió con los desplazados por el huracán Katrina en 2005. El acuerdo de París de 2015 planteó la creación de un Fondo Ambiental, dotado con 100,000 millones dólares hasta 2020, por el cual los países ricos se obligaron a financiar acciones para reducir las emisiones, favorecer la adaptación al cambio climático y compensar las pérdidas o daños ocasionados por el calentamiento global en los países en vías de desarrollo. Si estas inversiones realmente se hicieron efectivas como parte de la planificación sostenible global, el volumen de desplazados climáticos se va a reducir de forma importante. En 2020, el Comité de Derechos Humanos de la ONU declaró en una decisión histórica que los países no pueden deportar a las personas que enfrentan condiciones inducidas por el cambio climático y afirmó que los países en desarrollo necesitan financiación adicional para adaptarse al cambio climático.
El término de 'refugiado climático' ha ganado fuerza en la cultura popular. Existe un documental titulado Los refugiados del clima, que fue producido sin sentido crítico, a las interpretaciones neo-malthusianas del cambio climático, ofreciendo un nexo entre el clima y la migración. Estuvo en la selección oficial de filmes para el Sundance Film Festival de 2010. Y por otro lado desde 2007, el artista alemán Hermann Josef Hack ha mostrado su Campamento Mundial de Refugiados Climáticos en los centros de varias ciudades europeas. El campamento modelo, hecho de alrededor de 1000 tiendas de campaña en miniatura, es una intervención de arte público que muestra los impactos sociales del cambio climático.

Imagen (Equilibrium Global)