
El dibujo de Leonardo Da Vinci – El hombre Vitruvio, fue utilizado para tratar de analizar y comprobar la simetría y perfección del cuerpo humano, basándose en el tratado del arquitecto Vitruvio.
Es uno de los dibujos más impresionantes y misteriosos que ha conocido el ser humano. Su composición, sus anotaciones, la autoría de la obra hacen de él una auténtica joya que cumple una función mucho más terrenal de la que pensamos. Fue realizado en el año de 1490 en Italia en plena efervescencia renacentista. Esta época, es considerada una de las más importantes de la historia moderna, ya que se caracterizó por una recuperación de los cánones clásicos de belleza y perfección.
El arte, estaba viviendo un auténtico florecimiento en toda Europa y, particularmente, en el país mediterráneo. Pintores, escultores, arquitectos e inventores empezaban a sentar las bases del famoso culto a la razón, alejándose del período oscurantista de la Edad Media, mientras desarrollaban algunos de sus mejores trabajos.
Boticcelli, Miguel Angel, Rafael, Tiziano, Bernini o Donatello eran nombres conocidos y repetidos en cualquier rincón y entre todos ellos, destacaba un genio sin igual, famoso por su talento y por sus innovadoras ideas, su nombre era Leonardo Da Vinci.
Este gran artista, nació el 15 de abril de 1492 en el seno de una acomodada familia italiana y a pesar de ser hijo ilegítimo (su madre era una campesina), su padre lo acogió y le procuró una educación. Desde muy joven, demostró tener un talento extraordinario para el dibujo. Así fue aceptado para trabajar de aprendiz con el maestro Andrea del Verrocchio, conocido por sus innumerables trabajos para Lorenzo De Medici.
Leonardo, aprendió no solo sobre escultura y pintura, sino sobre todas las disciplinas que el hombre renacentista debía aprender - Matemáticas, cálculo, arquitectura, química o metalúrgica fueron algunas de ellas y las que le permitieron convertirse en el genio polifacético que recordamos hoy con admiración.
El Hombre Vitruvio, es un estudio basado en las proporciones matemáticas del cuerpo humano realizado en el siglo XV. Este dibujo es considerado uno de los símbolos de la simetría y de la proporción áurea, características artísticas principales del Renacimiento.
El Hombre Vitruvio tiene un tamaño de 34.4 x 25.5 centímetros y se encuentra actualmente en la Galería de la Academia de Venecia.
Para llevarlo a cabo, Leonardo se basó en los textos de Vitruvio, famoso arquitecto de la Antigua Roma y este arquitecto, trabajó durante su juventud para Julio César. Escribió el tratado más antiguo sobre arquitectura que se conoce y esta investigación serviría a Da Vinci, para estudiar por su cuenta los cálculos ideales de la proporción áurea que aplicaría a muchas de sus obras.
Una de las cosas que más llama la atención de este estudio, es la presencia de la escritura especular. De esta forma, Leonardo escribía sus notas secretas sin miedo a que alguien las descifrara. Pero, ¿qué dicen exactamente estos apuntes? ¿esconden algún tipo de simbología o código misterioso? quizá se trata de un mensaje para otra persona.
La enigmática figura de Da Vinci y los múltiples estudios sobre su figura tienden a romantizar y envolver en un aura de misterio cualquier rasgo de su vida. Aunque es cierto que hay secretos sobre su persona que todavía distan de ser resueltos, este trabajo específico no es, lamentablemente, uno de ellos.
Por desgracia para la humanidad, lo que podemos leer en el dibujo es mucho más simple de lo que nos gustaría pensar. Simplemente, es un análisis del pintor sobre la imposibilidad de conseguir la perfección estilística en el mundo de la arquitectura, algo que ilustra con lo que él consideraba un modelo de culto: el cuerpo humano.
Pretendía ejemplificar sobre la proporción áurea, es decir, las medidas perfectas. Medidas que, no se corresponden con la realidad.
No existe el cuerpo humano perfecto ni las proporciones perfectas. El ser humano es, por lo general, asimétrico e imperfecto, lo que confiere un atractivo mucho más interesante que la apolínea armonía de los dioses grecorromanos.
Leonardo Da Vinci no fue el primero en dibujar al Hombre Vitruvio. Francesco di Giorgio Marini, pintor y escultor renacentista, ya lo había hecho en 1480 (aunque su dibujo no tuvo la misma trascendencia que el de Leonardo).
Uno de los aspectos más positivos del Renacimiento fue el común denominador de la búsqueda total de la sabiduría; del análisis más preciso; del cuestionamiento y la revitalización de los grandes autores y genios del mundo clásico con una mirada más moderna.
La alabanza, a fin de cuentas, es de las cosas más bellas que hay en la vida, las que consiguen hacer que, al unísono, levantemos la mirada más allá de lo cotidiano y del día a día.
“Quien piensa poco, se equivoca mucho” -Leonardo Da Vinci-