Conciencia ecológica en niños y adolescentes
Por Sandra B
Infundir respeto por el medio ambiente a las generaciones más jóvenes, es una obligación
moral de nosotros los mayores pues de nosotros depende esa educación que se da desde
casa y también mediante la enseñanza en los colegios. Es muy importante que
prediquemos con el ejemplo, pues los niños y adolescentes son el futuro y de esa
transmisión de valores dependerá el futuro del planeta.
Definitivamente, el cuidado de nuestro planeta es uno de los temas más importantes
que se deben inculcar a niños y adolescentes, porque además de buscar la
preservación del planeta, también crea reflexión sobre los hábitos y acciones diarias
de cada persona.
Este tipo de educación plantea proporcionar suficiente información sobre el entorno y
todas aquellas razones que implican el deterioro de la salud ambiental, promoviendo
responsabilidad y buenos hábitos.
Entonces ¿Qué esperamos realmente de la educación ambiental?
Pues bien, el hecho de transmitir algo tan necesario para el bienestar del planeta y de
todas las personas, animales y cosas que habitan en él, hace que sean los principales
objetivos:
La creación de conciencia para los jóvenes, exponiendo los problemas ambientales existentes y el daño que generan.
Fomentar interés y participación para el beneficio y cuidado del medio ambiente
También desarrollar la capacidad de aceptación de la información e investigación acerca del medio ambiente desde temprana edad, eso es vital.
Esto se puede reforzar y ampliar con conocimientos en la materia mediante la ayuda
de profesores y padres, haciendo hincapié en la educación de los más jóvenes. Se les
debe enseñar a comprender la importancia de la protección de la Tierra.
Generar conciencia ecológica en los pequeños y jóvenes va más allá de campañas que
inviten a reciclar o de aquellas declaraciones en favor del medio ambiente de boca de sus
ídolos. La verdad es que todo ayuda, porque la educación que empiece en la infancia
temprana logrará el objetivo para que sean ciudadanos informados, con espíritu crítico,
porque sólo entendiendo y amando a la naturaleza se contribuirá a su preservación.
Los primeros años son fundamentales, en el seno de la familia o en los colegios, es donde
socializa el niño y es el período en el que se desarrolla su personalidad y se le orienta para
un mejor desarrollo. Los valores, los conocimientos, las actitudes y el respeto que se
inculquen por los demás y que incluye a la Naturaleza, se transmitirán a través de cuentos,
actividades escolares y a través de la convivencia familiar.
Si los niños y jóvenes tienen un desarrollo integral basado en principios positivos de
respeto y de amor hacia sí mismo será, la base de una personalidad saludable -
equilibrada, a partir de la cual se le podrá enseñar con éxito a que cuiden el medio
ambiente de forma práctica y amena, sin imposiciones.
La actitud es clave para conseguir a poner en práctica conductas eco amigables de forma
cotidiana, por lo que fomentar actitudes verdes es como plantar una semilla que acabará
germinando y dando sus frutos, esos son gestos ecológicos que acaban contagiándose a
nivel familiar o en círculos de amigos.
Así que, si queremos que los más jóvenes tengan conciencia ambiental, hay que predicar
con el ejemplo en casa y también en la calle.
El razonamiento, la sugerencia, el ejemplo positivo, el reciclaje y otras conductas
deseables, surgirán naturalmente. Por eso, es importante dar un enfoque optimista a las
acciones cotidianas eco responsables, como separar los desechos para facilitar su
reciclaje, el no desperdiciar agua ni luz, el poder cultivar un huerto orgánico con los
pequeños será una muy buena actividad. Lejos de ser una obligación o un castigo, será
algo deseable, como una contribución que beneficia al medio ambiente y también a
nosotros.
La sugerencia es que con los jóvenes de casa se pueden crear sesiones de reciclaje
creativo, porque eso les abrirá un mundo de posibilidades donde podrán aprovechar sus
intereses ya que descubrirán que pueden convertir objetos desechados o que ya no se
usan, en otros realmente útiles y divertidos, al tiempo que entenderán el problema que
los residuos generan y porque la importancia de separarlos para así poder reciclar de
manera correcta.
Es importante familiarizar a los más jóvenes con la naturaleza. Estar en contacto directo
con ella de forma regular, es esencial para su buen desarrollo físico y mental. El medio
ambiente no sólo es un lugar del cual podemos beneficiarnos, sino que es un espacio que
compartimos con otros seres vivos que merecen respeto. Las salidas al campo son una
maravillosa oportunidad para que los más jóvenes tomen conciencia de que es posible
disfrutar del entorno natural sin atentar contra el ecosistema y es que descubrir la
naturaleza, es una aventura emocionante que resulta enriquecedora en todos los
sentidos, esto motivará a los más jóvenes a querer preservarlo y con el ejemplo de
personas cercanas, puede tener más relevancia para ellos que cualquier otro tipo de enseñanza
